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miércoles, 4 de marzo de 2015

Un sábado en Madrid I. Yakitoro

Ummmm, Madrid y la variedad de cosas que nos brinda....
Una sábado cualquiera, del mes de febrero, de la mano de tres rocheros, pasamos un día genial y gracias a su plan conocimos sitios nuevos en Madrid. 

Si, nunca veras lo suficiente y tampoco lo veras todo de la capital de España...

Hacía frío y había caído algo de nieve, se trastocaba lo planeado, necesitabas un plan B y como a Alberto, recursos no le faltan, nos encaminó hacia el centro de la capi. Sin problemas aparcamos los coches en el mercado de San Antón. Este mercado gastronómico está ubicado en el barrio de Chueca, tiene un aire más moderno que el de San Miguel, pero al igual que este, ofrece gran variedad de tapas, bebidas y productos alimenticios. 
Hicimos una breve parada para degustar unas tapitas regadas con unas cervezas y unos vermús, la estrella fue este erizo de mar.


Como la hora de la comida se aproximaba y con niños hay cosas que no se pueden demorar mucho, dejamos el mercado para acercarnos a tapear a Yakitoro, el bar que regenta el cocinero Chicote.






Las fotos anteriores son de la entrada, dentro, el lugar está compuesto de mesas para compartir junto a los fuegos donde lo que pidas, será cocinado al carbón en el momento, como bien dicen en su página, el espacio esta inspirado en la taberna japonesa de Yakitori.

Las mesas, separadas por hueco relleno de hielo donde se depositan las bebidas para mantenerlas frías, son algo estrechas, junto a ellas hay un cubilete donde se pueden dejar los abrigos, bolsos.... los carros se deben dejar apartados de la mesa.


Cocina en directo.

Lejos de pensar que los platos serán raros y difícilmente comibles, son comidas de toda la vida con un toque actual, para muestra, un botón.


Albondigas de cerdo, lacadas con miel de romero.






Cocido madrileño 




Tuétano de cordero, asado y caramelizado 



Cumbre de manzana con helado de vainilla.

Comer los cuatro adultos con las correspondientes bebidas costo mas o menos 60 €, todo muy bueno aunque no acabaras lleno.

Nos pusieron dos tronas y no hubo problema para calentar el potito. El lugar dispone de un baño de minusválidos preparado para con cambiador para bebés.

Los camareros, con su mono de aviación, en todo momento fueron atentos y amables con todos los clientes.

Aquí tenéis su página para más información http://www.yakitoro.com

Próximamente os hablaré de la segunda parte del día, el pueblo de Paton.










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